Escuela y poesía

El taller de poesía, al que dedicamos una sesión semanal (o, a veces, algo más… y que llegado el momento ocupará toda la jornada escolar), nace con la intención de volver a poner al niño en contacto con la poesía, con esa poesía que escuchaba de forma natural desde que nació por medio de las nanas, los juegos de palabras, retahílas, canciones populares… que en su casa su mamá, papá, abuelitas, le regalaban. Esa poesía natural queda, en muchas ocasiones, demasiado sometida al currículo o centrada en una didáctica de la poesía que provoca el rechazo del alumno. El taller de poesía busca abrir la puerta del aula a la poesía, una poesía sin preocupaciones de contenidos, evaluaciones o tiempos. Una poesía libre, sin ataduras, sin prejuicios, desde el juego y el sentimiento.

“Queremos no sólo lectores sino, fundamentalmente, seres capaces de tomar la palabra. Lo único que la escuela puede, y debe, hacer es ofrecer la posibilidad de que el niño se apropie libremente de la palabra y la utilice para decir aun lo opuesto a nuestro pensamiento.”

Mercedes Calvo. Tomar la palabra. La poesía en la escuela.

Yo cogí a la Poesía de la mano, y la hice entrar en mi escuela.
Aquí -le dije- andarás como en tu propia casa. Nada te ha de faltar.
Ni candela, pues un lucero arde siempre entre nosotros;
ni flores -tú que tanto las amas-, ni corazón,
ni un laúd de luna y de fe para tus canciones...
Y la hice entrar en mi escuela. Y ya todo se llenó de su gracia
sin palabras, de su celeste aliento creador...
Alguien, incomprensivo, murmuraba: -¿Pero qué dicen a esto los
poetas, desde sus torres de marfil?
Y los juglares, ¿qué hacen, cruzados de brazos?
¿Adónde vamos a parar?

JUAN BERBEL


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